Tras dejar atrás Mataelpino empecé a sentirme muy bien, las
piernas respondían muy bien a los continuos cambios del trotiandar, empezaba a
sentirme muy a gusto físicamente. Los pies no se quejaban, de echo el cambio de
calcetines les sentó pero que muy bien. Eso si el coco no terminaba de
funcionar, el bloqueo mental que me acompaña de vez en cuando iba creciendo
poco a poco, y tras salir de la urbanización Vista Real decidí esperar a Carlos
y Alfonso. Aproveché para estirar bien, y pensé que vendría bien ir juntos
hasta la subida de la Barranca. Justo al pasar la cancela previa a la pista al
preguntar a Carlos que tal se encontraba, un detalle certificaba que su
retirada estaba cerca. Al intentar responder no le salía la voz, claro síntoma
de que las fuerzas que le quedaban eran pocas.
Así que a cambiar el chip para hacer frente a lo que intuía,
en la subida retomé mi tren de tractor con Alfonso y nos encaminamos con fuerza
hacia el control. Unos 500m antes de llegar, momento subidón, mis peques venían
a nuestro encuentro. Se unieron a nosotros y un cometario simpático “venga
chicos que nos hemos relajado” llevó a mis dos ayudantes a actuar en seguida. Pablo pensó que la mejor
manera ponerse a marcar un fuerte ritmo, tanto que se destacó enseguida, y Álvi
que pensó que lo mejor era estar al lado de su padre. La verdad es que es una
suerte que los tuyos se involucren de esta forma y vivan así las LOCURAS de su
padre, creo que tenemos dos futuros LOCOS para la cantera. Para completar el
apoyo mi santa esposa, la madre de mis locos, que allí estaba tras el control
con la mejor de sus sonrisas esperándome con una coca cola bien fresquita.
GRACIAS GUAPA.
Y aquí vino vivimos unos momentos un tanto extraños, con un
contraste de sentimientos importante. Para empezar me asomo al pie izquierdo
para comprobar el alcance de un pequeña ampolla que había decidido acompañarme.
Tras vaciar el líquido cambio de zapatillas para comprobar si no me molesta.
Lo que llevaba tiempo intuyendo se hizo realidad, Carlos
daba un pasó adelante y decidía dar por finalizada su Madrid-Segovia. Se que no
fueron momentos fáciles para ninguno pero una vez más creo que hizo lo
correcto. Un golpe importante para mí, pero a la vez me sentía orgulloso por
que hubiera sabido elegir la mejor opción. Nos quedan muchos kilómetros por
compartir COMPI.
Y posiblemente debido al calor que llevábamos encima,
acompañado de tener que agachar la cabeza con el cambio de zapatillas provocó
un mareo importante. Si debía se curioso ya que la cara de Silvia reflejaba
algo de preocupación. Tras comer un poco y con la ayuda del Monster me recuperé
y continuamos con la mente puesta en Cercedilla en compañía de Inda y Alfonso.
Los primeros metros con mucha cautela, esperando de la
respuesta de la ampolla a las zapatillas de repuesto. Enseguida pudimos trotar
y tras dejar atrás las molestias normales tras el parón, pusimos una buena
marcheta. Llegaba la que considero que es una buena prueba para saber el estado
físico, la subida al pequeño cortafuegos que da paso a la bajada a la Fonda
Real. Sin llegar a engorilarnos subimos a muy buen ritmo, es más, si darnos
cuenta dejábamos atrás a nuestra compañía. La bajada también la hicimos a muy
buen ritmo, así pues la prueba para evaluar si físicamente estaba muy bien
físicamente para afrontar la parte final era positiva. Ahora venían unos suaves
km de trote hasta el polideportivo en los que debía ponderar y tomar una
decisión importante. Seguir hasta Segovia o retirarme.
La parte física estaba cubierta pero la parte mental era la
que mas me preocupaba. Si bien es cierto que la baja de mi COMPI era un factor
importante, una parte de mi me empujaba a llegar a Segovia y dedicárselo. Pero
lo que finalmente me empujó a retirarme fue la inestabilidad de coco que me
acompañaba desde el principio. No terminaba de fiarme de mi mismo y menos de que
en cualquier parte del camino dijera hasta aquí hemos llegado, y con todo lo
que supone el salir de Cercedilla lo mejor era la retirada. Otro factor
importante fue el laboral, pensé que no sería muy bueno el tercer día en el
nuevo proyecto no ir a trabajar o llegar como Robocop…al fin y al cabo esto da
de comer a mis hijos y carreras hay muchas.
En el polideportivo estaban Ricky y Hugo que estaban
esperando por si yo seguía acompañarme, y también decidieron retirarse. Que
buena carrera hicisteis chicos.
Allí estaba Cris esperando a Inda, al pobre le habíamos
terminado de reventar en la bajada a Cercedilla. Aprovecho para daros las
gracias por todo, sabéis que es importante para mí que estéis ahí ayudándome.
GRACIAS Familia Castillo.
Así que un poquito de paella, un muchito de sandía, plátano,
un cambio de camiseta y tras desearle mucha suerte a Alfonso me uní a Carlos,
Miguel, Alex y compañía para ir a ver llegar a nuestros compis a Segovia.
El resto de la noche fueron grandes momentos, ver a Carlos
(ENHORABUENA cuñado) en meta tras
terminar su 3ª Madrid-Segovia. Llegamos a Segovia justo para ver entrar a Rafa,
Alberto y Angelillo. ¡Que máquinas! Al rato llegó Niky, otro fenómeno. Un poco
más tarde llegaron Mikel, Prisi y Ppong, y un poco Vallejo (otro que tiene unos
hu…s) Allí coincidimos con Luis Ángel (otro tío GRANDE), Fernan (y este qué) y
todas esas grandes chicas que nos acompañan. Lo siento chicos pera estas si que
son GRANDES, cuando digo estas me refiero a todas nuestras mujeres, novias y
madres que no sufren cada día y encima no apoyan y ayudan siempre con una
sonrisa. GRACIAS CHICAS vosotras si que sois GRANDES.
Por allí seguían Dioni y familia, estos también tienen su
mérito, todo el día detrás nuestro con las fotos, el video, con la coca cola,
las cervezas y siempre una sonrisa. GRACIAS FAMILIA.
También dar las gracias a todos los compis del club y todo
aquel que de una u otra forma colabora con nosotros.
Seguro que me olvido de alguien, que me disculpe y ya será
recompensado.
Ah que me olvidaba de GONCHU, espero que en ningún momento
te sintieras presionado por nosotros, si así fue es pero que sepas que nuestra
intención no era otra que la de mirar por tu salud. Cómo te dije nos quedan
muchos km que compartir.
¿El año que viene otra vez? Pues no lo sé, queda mucho
todavía y tomar decisiones ahora es muy precipitado, lo que si sé es que esto
de las ultras cada día me gusta más y disfruto más de ello. Y sobre todo
prepararlas al lado de LOS LOCOS DEL CERRO.
Sigo sumANDO y TROTANDO.