Lo habíamos dejado poco antes de llegar a la subida de La Barranca, con el garmin
sin batería pero con la compañía de Inda. A decir verdad unos kilómetros antes
estábamos compartiendo “viaje” con dos grupitos, en uno de ellos formado por
Luis Arribas con su recién estrenada camiseta de RANNING y su inseparable
sombrero.
Al poco de pasar la cancela y antes de llegar a la pista,
aprovechando la bondad del terreno di buena cuenta de un gel acompañado por un
buen trago de agua, para afrontar con energía extra la subida hasta el control.
Momento de dudas, no por falta de fuerzas o por fallo de
coco. Unas ligeras molestias en las plantas de ambos pies me recordaron lo
vivido en este mismo lugar hace casi un año. Esos recuerdos avivaron en mi
interior unos pensamientos nada positivos, de hecho Inda algo intuyó al
preguntarme por primera vez que tal me encontraba. Posiblemente mi falta de
conversación podía mandar señales de emergencia.
Sin embargo el ritmo no era malo, al contrario, empezábamos
a pasar compañeros de aventura. Este factor me ayudó a venirme arriba y
enseguida estábamos sellando y reponiendo agua en el control. Sólo faltaba
averiguar donde nos esperaban los nuestros.
Antes de partir hacia Cercedilla |
Apenas 200m carretera abajo, justo antes del hotel
abandonado estaba el retén. A los incondicionales se habían unido mis padres.
La primera etapa de la ruta de mi compañero de viaje estaba completada, ahora
meditaba seguir hasta Cercedilla, momento que aproveché para hacer la revisión
de los 57km a mis pies. Gracias a esta, todos los pensamientos negativos
desaparecieron al quitarme las zapas y aparecer dos importantes “tomates” en
cada planta. Y mas aún al ver que la fortuna estaba de mi lado y no había el
mas mínimo indicio de ampollas. Un lavadito de pies, calcetines nuevos y
parecía otro.
En aquel momento reconozco que la emoción se apoderó de mí
sólo con pensar que los pies me respetaban y que si no aparecía ningún gran
contratiempo esta vez SI. Me encontraba perfectamente y conocía el camino por recorrer,
y pensé “a por ello Chemita, que nos lo estamos currando”
Inda decidió seguir hasta Cercedilla, besitos y abrazos a
las familys y a trotar, “chicos os vemos en un rato en el poli de Cercedilla”.
Tras sortear el “semi-cortafuegos”, enseguida dejamos atrás la
Fonda Real y nos encontrábamos trotando
suavemente por el asfalto en dirección al robledal que nos llevará a nuestro
primer destino.
¿la cara el espejo del alma? SI |
A lo lejos me parece ver una figura que me resultaba muy
familiar, y de repente escucho “ese Chema como mola… se merece una ola” ALEGRÓN
al canto, el MAESTRO Prisillas estaba esperándome. Abrazo sentido y a contarle
mis sensaciones, todo esto sin dejar de trotar. Ya llegando al final de la
pista, al llegar a la civilización, decido dejar de trotar para llegar con las
pulsaciones no muy altas para que el avituallamiento entrara sin problemas y no
tener ningún problema posterior. Prisi me comenta que me ve buena cara, a lo
que respondo con el dicho aquel de “la cara es el espejo del alma”. Estaba
pletórico. Días después pude comprobarlo en las fotos que nos hicieron al
llegar al polideportivo.
En los aledaños del control dos grupos de gente conocida me
daba la bienvenida. Por un lado Arancha, Elena, Jordi, Miguel, JoseGym, y el
que iba a ser mi siguiente compañero de viaje. Llamarle compañero es poco, pero
los detalles en el siguiente episodio.
GRACIAS CHICOS |
El otro grupo los ya incondicionales, Silvia, Cris, Alvi,
Pablo, otro Pablo, Kity, Juanillo y mis Padres esperándonos, algo sorprendidos
por lo poco que habíamos tardado en este tramo. La verdad es que trotamos la
mayor parte de los km desde la Barranca. Mi compi de viaje llegaba a su destino
cumpliendo con creces su objetivo, hacer 23km acompañándome y haciendo que se
me hiciera más agradable lo recorrido juntos.
Este fue el avituallamiento en el que más tiempo invertí,
intenté comer algo de paella (poco), bastante fruta y una coca cola fresquita.
Aproveché para cambiarme los pantalones y las zapas. Preparé los frontales, la
luz trasera y el cortavientos, para lo que nos pudiéramos encontrar en el paso
de Fuenfría.
Objetivo complido, gracias amigo. |
Me emplacé con mis padres en Segovia motivado por el excelente
estado físico y anímico en el que me encontraba. Muchos eran los km que faltaba
por recorrer, pero lo antes comentado y con la ayuda de Carlos…
Continuará…
No hay comentarios:
Publicar un comentario