La verdad es que no se muy bien cómo surgió la idea de ir a correr el maratón de Sevilla, pero el caso es que pasado el verano del 2009 comenzó a dejar de ser una simple idea para convertirse en un objetivo común de gran parte de mis compañeros del club.
Tras una conversación con Josema, “Prisillas” para los amigos, fundador de la Doble AA, para proponerle una adaptación de un plan de maratón que en su día me pasó un amigo. Este amigo cuyo nombre no voy a dar pero que si alguna vez lee este relato el sabrá de sobra quien es, mi primer “guía espiritual” en este sano vicio de correr.
Pues cómo iba diciendo muy amablemente y ante la avalancha de peticiones para que fuera nuestro mister personal, el GRAN Josema aceptó el reto y enseguida se puso manos a la obra de guiar nuestros pasos y entrenamiento en pos de un objetivo claro, el 26 Maratón Popular de Sevilla.
Tras varias conversaciones decidió confeccionar el plan en tres fases claramente diferenciadas. La primera consistía en preparar un 10.000 para diciembre, de esta manera conseguíamos lograr esa chispa de velocidad que nos serviría sobre todo para fortalecer las “patas” para mayores esfuerzos.
El objetivo de la segunda fase se centraba en preparar un medio maratón, en la mayoría de los casos el de Getafe. Para ir empezando a acumular kilómetros para el objetivo final. Y la tercera y última fase seguir acumulando mas kilómetros en largas tiradas pensando en el 14 de febrero de 2010.
A mi me pareció muy buena idea el fraccionar de esta manera el plan, ya que al tener objetivos menores a corto plazo, seguro que los cuatro largos meses de preparación serían mucho mas llevaderos.
En mi caso empecé con mucha seriedad los entrenamientos, pensando en que esta podía ser de verdad la buena y que si hacía los deberes de una manera constante conseguiría mi objetivo de bajar de las 4 horas.
Pero no contaba con el parón obligatorio de dos semanas por los preparativos de mi otro objetivo del año, el III Valdemorillo-Dakar. Mi sorpresa legó el primer día que retomé los entrenamientos haciendo series en las pistas de nuestra ciudad deportiva. Salvo la emoción lógica por retomar los entrenamientos en la primera de las series, terminé el entrenamiento con muy buenas sensaciones y sin notar en ningún momento la inactividad.
El 20 de diciembre llegaba la primera prueba, Aranjuez. Tras una salida un poco dubitativa debido a la comida de coco por pensar que no tendría fondo suficiente para aguantar un ritmo vivo más allá de 7 u 8 kilómetros, conseguí terminar con muy buenas sensaciones solamente 30 segundos más lento que mi mejor marca en un 10.000m.
Y comenzaba la siguiente parte, empezar a subir el kilometraje semanal y alargar en distancia las series. Por el camino la Sansil, y este año no bajamos disfrazados ni con ganas de mucha fiesta debido a la climatología. Tres minutos antes de la salida empieza a llover y para intentar no mojarnos mucho no se nos ocurrió otra cosa que correr mucho. Cosa que en esta carrera no es muy fácil por la cantidad de gente que abarrota las calles, sumado al granizo que empezó a golpearnos a partir del km. 6 no pensé que consiguiéramos bajar de 50 minutos. Pues al final 48min. Y a seguir corriendo hasta el coche para quitarnos la ropa mojada y camino casa para tomar las uvas.
continuará...
